Parece que todas nuestras rutas acaban en nacederos o en cascadas!! Es cierto, pero tiene una razón de ser, la época del año en la que nos encontramos. Estamos en primavera, época de deshielo y últimas lluvias que alimentan los ríos. Con la llegada del verano muchas de estos caminos acabarán en saltos secos o con poca agua y aunque la ruta sea posible perderán parte de su encanto. En esta ocasión perseguimos a las cascadas las Pisas.
Nos dirigimos a las merindades, concretamente al llamado Valle de Valdebezana. La llegada es sencilla, desde el municipio de Soncillo se toma la carretera a Villabáscones de Bezana y aquí en un pequeño parking bien señalizado comienza nuestra ruta. Descendemos unos metros por carretera hasta una fuente/abrevadero de animales al lado de unas casas y desde aquí un sendero señalizado con las marcas rojas y blancas nos lleva hasta la propia cascada.
Vamos a caminar a través de un precioso hayedo, pero también nos encontraremos con robles, avellanos, acebos, alisos y sauces.
El río Gándara nos regala la imagen de una bonita cascada que debemos salvar para seguir nuestro camino, a la vuelta nos pararemos a fotografiarla.
Seguimos nuestro camino hasta vadear el río en una pequeña pasarela de piedra para llegar pocos metros después a la cascada de las Pisas, viene llena de agua, un poco turbia por la fuerza que trae pero nada impide que la disfrutemos. Entre ida y vuelta son cinco km, se puede tardar poco más de una hora pero acompañados de peques tardaremos un poco más. Un recorrido casi llano y de dificultad muy baja. Ideal para familias con peques.