Fiordo Bygland y cascadas Langfoss y Latefossen

Para llegar a Noruega existen varias opciones, desde el avión al barco, el tren y por supuesto todo por carretera. En nuestro caso decidimos que la mejor opción dado que nos desplazamos allí en nuestro coche era coger un ferry desde Hirstlals (Dinamarca) a Kristiansand (Noruega).

Nuestro recorrido por los fiordos Noruegos

Nuestro recorrido eran los fiordos por lo que hacer todo el recorrido por tierra entrando por Oslo nos hacía perder dos días que no queríamos desperdiciar. A la suma de ahorro de tiempo hemos de decir que el billete era más barato que un ferry de la península a Marruecos, por lo que no tuvimos muchas dudas al respecto.

El viaje nos llevará desde el sur de los fiordos hasta el punto más al norte donde visitaremos la famosa carretera del los Trolls, ascenderemos recorriendo la carretera turística noruega por el este para bajar por la misma carretera denominada turística nacional con destino a Bergen y Stavanger, dónde nuestro top será la ascensión a la cima del Preikestolen.

No era nuestro primer ferry con vehículo pero sí el más largo hasta el momento, 3h 45 min de un buen ferry, en muy buenas condiciones pero lleno de japoneses que ocupan el doble de lo que deben, porque en vez de usar un sitio deciden coger 2 o 3 para tumbarse, dejar sus cosas, dormir en el suelo, etc. Posteriormente hemos coincidido con más viajeros japoneses en nuevos ferrys por lo que podemos asegurar que para ellos es una costumbre habitual.

No obstante la emoción del viaje, la cercanía de nuestro destino y los nervios por si aparecían los mareos evitaron que se nos hiciera demasiado largo y medida que nos acercábamos a la península la borda del barco comienza a llenarse de gente. Desde este momento y hasta el final del viaje la sonrisa no se borraría de nuestras caras.

Utilizaremos el día de llegada para nuestro primer acercamiento a todos esos puntos a visitar que hemos planificado. Como no llevamos nuestra casa a cuestas, aún no la teníamos, también llevamos previstos los lugares de pernocta. Todas nuestras noches están previstas en cabañas en campings, todas reservadas desde casa, por seguridad, pues he leído que es posible que de no hacerlo no encontremos sitio. Lo cierto es que sólo en caso de necesitar cabañas para dormir aconsejo esta reserva previa pues el número de cabañas es reducido y de las cabañas existentes unas son más pequeñas (para dos personas), otras más grandes (para 4) y las más grandes de (6-8 personas), algunas tienen baño, otras no, etc. Las posibilidades son muchas pero la disponibilidad no. Ahora bien esto nos obliga a no desviarnos del camino planificado y asumir que el guionista del viaje puede decidir que parte de la ruta sea inamovible a pesar de un mal tiempo que nos impida disfrutar.

Para los viajeros de #enfurgomolamas sin duda no es necesario reservar pues la mayoría de los camping tienen terreno suficiente, para los demás nuestro consejo, dependiendo de la temporada de viaje, puede ser optar por la reserva.

Pero volvamos al principio, una vez realizado un desembarque cómodo y rápido nos dirigimos a nuestro primer destino, el camping Longerak

Longerak Hyttesenter og Camping
v/ Olav Jan Skomedal
4745 Byglandsfjord

Lat 58.74722 Long 7.84805

Cuando llegamos allí nos encontramos la primera muestra de la honradez de los noruegos y su confianza en el buen hacer del que llega. No hay nadie en recepción, tan sólo un cartel en inglés que indica que las cabañas libres están abiertas, el precio de las mismas y que el dueño pasará más tarde a cobrar. También indica que si el dueño no pasa dejemos el importe en el buzón de la cabaña principal.

Habíamos leído del respeto normando, pero aún así encontrarla recién llegados nos sorprende agradablemente. A lo largo del camino la veríamos continuamente así como «el morro» o la desfachatez de algunos viajeros que no la corresponden.

Poco decir de este camping a parte del detalle indicado, porque la calidad del mismo no es mucha. El entorno es magnífico, directamente a los pies del fiordo Bygland, con mesas exteriores para el uso de los viajeros e incluso barbacoas, pero nada cuidadas y unos servicios simplemente descuidados y antiguos. El precio por contra es bajo, 450 Kr (aprox 45€ por noche y cabaña de 4-5 personas)

El fiordo Bygland desde el camping Longerak

Cenamos y desayunamos en el exterior, no queremos perdernos nada de esta magníficas vistas pero llega el siguiente día y con muchas ganas nos vamos en busca de nuestro destino, las cascadas Langfoss y Latefosen.

Nos dirigimos primero a Langfossen, una cascada situada en el municipio de Etne, en la provincia de Hordaland. Concretamente a 5 km al suroeste de Fjæra.

Entrada Relacionada

Lo más sorprendente de esta cascada es su altura, 612 m y el inmenso caudal que pudimos ver, aunque sin duda lo que más llama su atención es que, en su desembocadura al Åkrafjorden es atravesada por la misma carretera que transitamos. La carretera E134 pasa por la base de la cascada y la hace única. El parking es pequeño, algo a tener en cuenta para autocaravanas y furgos gran volumen pero no encontramos excesiva afluencia en ella. Aprovechamos sus mesas para comer con la cascada de fondo y disfrutar de nuestro primer descubrimiento.

Cascada Langfossen, imposible sacar una foto sin mojarte y que el sol te deslumbre

La asociación World Waterfall Database declaró que la cascada es una de «las mejores del mundo» y también tiene el honor de figurar como una de las 10 cascadas más bellas del mundo. No se puede empezar mejor nuestro recorrido.

Y desde aquí nos dirigimos a buscar nuestra segunda parada en el destino, hemos empezado con fuerza y a veces no es bueno porque es difícil mantener las expectativas, sin embargo ésto no sucede en Noruega, donde cada recodo en el camino es una nueva sorpresa.

Nos dirigimos en esta ocasión en busca de otra cascada, ambas están en la misma carretera que se dirige al norte de Noruega, por lo que en este primer día de descubrimientos avanzamos de una forma natural, sin muchas complicaciones.

La cascada Låtefossen es nuestro próximo destino, situada en el municipio de Odda tiene una altura total de 165 metros y al final de su recorrido, allí donde podemos disfrutarla, se bifurca en dos caminos haciendo ensordecer a los turistas para verter las aguas del Lotevatnet.

En la base de la propia cascada hay un pequeño parking donde podemos parar y también una pequeña tienda de souvenirs que rompe el encanto de la maravilla natural, pero el negocio manda, supongo.

Cascada Latefossen

Es difícil sacar una foto de la cascada sin mojarse pero es uno de las cosas más divertidas que suceden en el viaje ser capaces de salir casi secos o sin demasiadas gotas en el objetivo. Nosotros no lo conseguimos pero nos reímos mucho mientras lo intentamos.

Damos por concluido el día de hoy así que nos dirigimos al lugar que hoy nos recibe para descansar, el camping Bråvol en Hardangerfjord.

Así como el primer día el camping elegido no nos gustó demasiado por la dejadez con la que nos lo encontramos en esta ocasión repetiríamos sin duda alguna en una segunda ocasión. Elegimos una cabaña sin baño, con una única estancia con camas y una pequeña cocina y mesa de comedor. Amplia y limpia y con unas vistas magníficas para terminar el día cenando en el porche y comenzar el día siguiente de la misma manera. Aunque no tan importante añadir también que el camping disponía de conexión wifi gratuita.

Camping Bravoll y sus cabañas con vistas directas al fiordo. Una muy buena opción

Si es vuestra intención reservar una cabaña en este camping es necesario que tengáis en cuenta que en nuestra llegada el cartel de «cabañas completas» estaba colgado en la recepción.

Bravoll Camping
Braavoll 1, Kinsarvik 5780 Ullensvang
Lat 60° 22′ 40″ N / Long 6° 43′ 32″ E

 

Nosotros nos retiramos a descansar el día ha sido largo y nos queda preparar la cena y comer una cesta de frambuesas que hemos comprado en plena carretera, en otra ocasión os cuento estas casetas de venta tan típicas de Noruega.

 

Silvia:

Nos obligan a molestarte con la obviedad de que este sitio usa cookies. Tranquilo, nos gustan tan poco como a ti.